Taller de Acuarela (1)

Cartel del Taller de Acuarela

El pasado 30 de enero comencé una nueva experiencia, que lleva ya 20 días interrumpida, tantos como los que llevamos de confinamiento por la pandemia de coronavirus.

En Emi Manitas, la tienda de mi amiga Emi en mi misma calle, me propuso ella impartir un taller de iniciación a la acuarela. No podía negarme, cerca y en una tienda que es para mí como una tienda de golosinas para un niño, repleta de materiales de bellas artes, de scrap, donde si no encuentro algo se lo pido, y con un espacio amplio donde trabajar…

Emi Manitas

Preparé un cartel, los materiales de acuarela, y comenzamos precisamente con ello, con los materiales necesarios: las tipos de acuarelas, en pastillas o en tubo, los colores necesarios, los tipos de pinceles, de pelo, planos, redondos, finos, gruesos, los pinceles de agua, las paletas, el papel de acuarela y sus variedades…

Y las primeras prácticas: cartas de colores, baños planos y degradados, pintar superficies geométricas, probar a pintar una planta… las horas del taller pasaron volando y quedamos para el siguiente, dos semanas después.

Este taller lo dedicamos a explorar las posibilidades de la acuarela: reservas con cinta, con líquido de enmascarar y con ceras, diferentes texturas con salpicado, soplado, estampado, adición de sal o lejía, retirada de color con plásticos o papel y finalizamos con varias prácticas libres.

Pero el taller siguiente, donde preveíamos empezar a pintar algunos paisajes libres o escogidos por los participantes no se pudo realizar. Primero se retrasó por un viaje, y finalmente, el día previsto, 12 de marzo, fue la víspera del confinamiento y no nos pareció prudente llevarlo a cabo, así que el vídeo de presentación del taller y los planes previstos quedarán para la próxima ocasión posible.

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De vuelta con el Cuaderno, revisitada siete años después

Ayer, 27 de mayo de 2019, decidí, siete años después, acudir al Curso de De Vuelta Con el Cuaderno, el undécimo que organiza La Escuela de Arte de Zaragoza, con Clara Marta Moreno a la cabeza.

Por si alguien no lo conoce, De Vuelta con el Cuaderno es un grupo, una asociación de personas en torno al Dibujo de Cuadernos que nació en torno a Clara Marta y a la Escuela de Arte de Zaragoza cuando esto del cuadernillo y los Urban Sketchers comenzaba a desarrollarse. Desde entonces, cada año han organizado unas jornadas para promover y compartir sus inquietudes en torno al dibujo. Sus actividades y los dibujos de sus asociados los pueden seguir en su blog, «De vuelta con el cuaderno».

Me animé a inscribirme tras una conversación en grupo tras el último encuentro de Urban Sketchers Gran Canaria, recordando mi experiencia en 2012, y valorando que este año se celebra en Calatayud y se dedica a «Las Lecciones del Dibujo».

Por ello hoy decidí actualizar mi entrada de 2012, que tras mi borrado de archivos de Flickr había perdido sus imágenes y sus vídeos.

Releerla me recuerda la locura que fue aquel curso para mí, donde conocí, aunque fuese por cortos instantes a destacados cuadernistas cuyos dibujos sigo disfrutando años después, y aunque en modo alguno pude seguir su ritmo frenético de dibujo, sí que aprendí mucho de aquella experiencia, e incluso me atreví unos años más tarde a reinterpretar imágenes de aquellos días, como a Luis Ruiz Padrón dibujando junto a otros asistentes a aquel curso:

También puedo así recordar ahora mis dibujos de aquellos intensos momentos de dibujo grupal:

La foto final del curso la vi a distancia, desde fuera, fotografiando al grupo sin estar en él:

Animación con las fotos finales de grupo de De Vuelta con el Cuaderno 2012

Por ello para mí no cabe duda que mis mejores momentos en Zaragoza fueron aquellos donde mi tensión del curso se liberó y pudimos cenar y hablar en grupo con Clara Marta, Gerard Michel (ay… mi pobre conocimiento de idiomas…) Patricia Torres, Úrsula Fernández, Luis Ruiz, Sagar, Rosa de Trías y tantos más.

Cena final en De Vuelta con el Cuaderno 2012

Porque al final lo que queda es lo que aprendes y las personas que conoces:

Foto final con Patrizia Torres, de USK Málaga

En fin, no sé lo que me deparará esta edición en Calatayud, pero observaré, conoceré y aprenderé sin duda.

Y copio aquí mi post original, que publiqué el 7 de julio de 2012, pocos días después de regresar de Zaragoza:

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Pues sí, ya estoy yo también aquí, «de vuelta con mi cuaderno».

He estado en Zaragoza, en el «IV De vuelta con el cuaderno», en el curso «Arquitectura en cuaderno.

dvcc2012«De vuelta con el cuaderno» es un curso, pero es algo más, es una iniciativa de Clara Marta, de Ana García de Pablo y de centenares de dibujantes de cuadernos, que comenzó hace cuatro años en Jaca, en un curso de verano de la Universidad de Zaragoza y que este año, con dificultades y sudores ha llegado a su cuarta edición.

Lo mejor para conocerlo es pasarse por su prolífico (2.577 entradas en cuatro años) y y colectivo (430 autores) blog «De vuelta por el cuaderno». Allí explican su historia y cada dibujante expone lo suyo. No sé ahora si yo podré hacerme un hueco en semejante olimpo, y por eso redacto y comparto primero mis impresiones aquí.

Hace tiempo tenía interés en acudir a un curso práctico, activo, artístico y de alto nivel. Lo primero que hice fue apreciar de cerca los cuadernos de quien había visto a través de internet: sus líneas, sus colores y hasta poder hojear los cuadernos de Gerard Michel o Luis Ruiz, dibujantes que admiro, ya justifican para mí el asistir a un curso como este.

Pero decía que este era un curso práctico, activo y artístico y este lo ha sido. Lo primero que te dan es un cuaderno. Y al final se exponen. Un cuaderno de estilo japonés, de fuelle, hecho a mano, y que sinceramente fue lo que menos me gustó, aunque reconozco que es el mejor método para exponer de un sólo vistazo el trabajo de estos días. Es sin embargo un sistema que mantiene los errores, que sigue un orden de lectura, que condiciona mucho. Pasé dos días dibujando en mis hojas sueltas en mi moleskine artesanal, sin atreverme a hacer una sola línea en él. Incluso estuve tentado a regalarlo, viendo con qué rapidez agotaban las hojas de los suyos mis compañeros y compañeras de curso.

Ver reunidos casi un centenar de dibujantes de muy diferente formación, estilo y procedencia, ponerlos a dibujar y observar como resuelven los mismos temas, como observan, miden, colorean, presentan, es para mí todo un gozo, casi cercano a la irritación visual, de tanto mirar y comparar.

En algunos casos, como en las comidas, a la contaminación auditiva que padecemos en España en cualquier restaurante, se unía la enorme actividad gráfica en cada mesa, en cada cuaderno. No sólo durante el curso, sino fuera de su horario podías encontrar docenas de personas que con su pluma o pincel se paraban en cualquier momento a representar este o aquel rincón o detalle

 

Asistir además a conferencias o a clases prácticas o simplemente preguntar o ver a un compañero cómo llena su cuaderno es una suerte que sólo mi timidez o mi soberbia han impedido aprovechar mejor. Clases como las de Gerard Michel, traducido por Lapin (ese francés mío de bachillerato que no he llegado a desarrollar, otra tarea pendiente… París o Clermont Ferrand me esperan…) donde sólo ver el proceso era una gozada:

Uno, tras ver líneas claras, colores valientes, retratos rápidos, perspectivas arriesgadas y panorámicas inmensas se siente un aprendiz, un ignorante un niño de trazo tembloroso y esquivo, susceptible a cualquier crítica, sensible a mis carencias, a mi lentitud, a mi cansancio… y dibuja… lo que puede, que siempre le parece poco… y malo:

El último día tracé con mi pluma una línea continua atravesando todas las hojas de mi cuaderno japonés, para romper así su insultante blancura. Mi cuaderno era así un metro de papel surcado por una línea. Y dibujé así esa mañana algo en él. Después casi no me atreví a incluirme en la foto final. Desde lejos, saqué fotos y vídeos de mis orgullosos compañeros de curso, posando con sus hermosos cuadernos terminados:

Esa misma tarde,antes de la exposición final le pedí a mi reciente amiga Úrsula (no se pierdan ver su cuaderno y dibujos en Flickr) una barra de pegamento, y fui pegando los pocos dibujos que conseguí reunir, y me atreví, aunque, eso sí, con mi moral por los suelos, a colgar allí mi cuaderno:

El curso, aparte de mis dibujos, mejores o peores, y de lo aprendido, más o menos, tuvo una parte humana muy importante. Conocer, poner cara voz y manos a quienes no conocía más que por sus dibujos tiene un valor extraordinario. Se trata de un grupo de personas que se han estado viendo en distintos encuentros estos años, que se conocen, se influyen, se admiran y también, porque somos humanos, lo contrario a veces, y eso es de un valor extraordinario. Viajar, convivir, comer, hablar y hasta ver la Eurocopa juntos, o separados, tiene un valor añadido. Hasta la última cena en Zaragoza, las últimas copas, la charla en mi pésimo francés con Gerard Michel, … Clara, Luis, Lorenzo, José María, Ana, Marga, Úrsula, Javier, Jose, Rosa, Anais, Marisa, Rincón, Patrizia, Fernando, Inma, Celia, Aurora, Cristina, Edurne… me olvidaré de más… son muchos, muchas, casi un centenar, no a todos los conocí, ni pude hablar, los dibujantes somos así, callados y tímidos… pero todo, hasta la caminata final hasta el hotel, todo eso forma parte de ese cuaderno inexistente que empezaré a dibujar en cuanto me recupere.

Porque, entre asombrado, emocionado, agotado, y bañado en humildad he regresado a Las Palmas de Gran Canaria, donde por ahora tan pocos dibujantes urbanos encuentro. La semana que viene he convocado un encuentro. Estarán cerca de Las Palmas algunos que conocí en Zaragoza, como Javier o Gemma, y puede que coincida con ellos, quizás no, quizás estemos dibujando en esquinas opuestas del mundo o del tiempo, pero, aún así, yo seguiré dibujando, a mi ritmo, a mi estilo, a mi tamaño, casi miniaturas…

Inktober 2015

Inktober es una iniciativa del artista Jake Parker que consiste en realizar un dibujo a tinta durante el mes de octubre y compartirlo en las redes sociales.

En octubre pasado me decidí a participar. Encontré una libreta que me gustó, con papel quizás demasiado fino, como comprobaría después e incluso le hice una página cero probando mis plumas y tintas.

#Inktober 2015

E incluso filmé el proceso:

Luego llegó el momento de dibujar. Parece fácil, pero no lo es. Buscas un tema, una herramienta, color, líneas que usarás, y te enfrentas a él en una libreta que no siempre responde como tu esperabas. Quería que mis dibujos fuesen variados y a ser posible originales, y eso no siempre se consigue.

Además, durante ese tiempo recibes respuesta en las redes sociales, Facebook, Twitter, Instagram y al mismo tiempo ves los trabajos de muy diferentes artistas sobre ese reto, lo que es estimulante y al mismo tiempo puede ser agotador.

Quizás por eso, de la primera dificultad, en mi primer dibujo escribí: «a quien nació para esclavo, del cielo le llueven cadenas» y lo realicé con una tinta roja intensa, inspirándome, nada menos, en el conocido dibujo de Leonardo Da Vinci:

#inktober.  Day 1

El segundo fue más relajado y realizado al natural. Un tema que repito sin cansarme: la playa de Las Canteras en una escena otoñal y para la que escogí una pluma azul. Lo titulé «para la libertad basta a veces una línea»:

#Inktober Day 2

El tercero siguió el tema de la playa, pero orientado hacia el Auditorio y la zona de El Rincón. Por ello lo titulé «La cultura en un rincón» y lo dibujé con un rotulador fino negro:

#Inktober Day 3

El cuarto dibujo partió de una visita a una exposición del artista canario Rafaely. Desde el fondo de una sala hice un dibujo añadiendo un tesxto  del artista que decía: «En el Arte, como en la religión, no se debe criticar, sino practicar». Y eso es lo que hice:

#Inktober Day 4

El quinto dibujo partió de jugar con las sombras: lateral, frontal, contraluz… y con una pluma ancha en azul. La titulé «luces y sombras»:

#Inktober Day 5 - "Luces y Sombras"

En el sexto jugué con la geometría: líneas rectas, arcos, contrastes entre blanco y negro. Lógicamente no llegué a terminarlo. Lo titulé «Cuestión de perspectiva»:

#Inktober Day 6

En el séptimo volví a usar la tinta negra, pero para intentar realizar un retrato de la cantante brasileña Marisa Monte. Lo títulé con una frase suya: «Vou lembrar como é bon»:

#Inktober Day 7

El octavo convirtió su título en dibujo: «Camino ando con mil ojos»

#Inktober Day 8

En el noveno, usando tinta roja y azul, quise contar de nuevo una historia: «Me veo en tus ojos»

#Inktober Day 9

En el décimo quise jugar con palabras e imágenes, y con tinta azul, y de la canción de Police pasé a «masaje en una botella»:

#inktober Day 10

Mi dibujo once partió de lo sencillo: con un rotulador fino negro, de nuevo la playa de las Canteras desde la cómoda mesa de una terraza, saboreando unas cervezas. La bicicleta frente a mí me inspiró el título: «La vida tiene ciclos»

#Inktober Day 11

El dibujo 12 creo que fue el día que abandoné el concurso de pintura al aire libre. Tomé una escena que pinté hace años y dibujándola con tinta azul escribí: «Crecer como palmera, sumar años como araucaria»

#Inktober Day 12  "Crecer como palmera, sumar años como Araucaria" "Grow like a palm tree, add year like Araucaria"

El dibujo 13 quiso ser un homenaje al dibujante Moebius y al mismo tiempo un juego con el día martes y trece y lo que se nos viene en la educación con el PP, la LOMCE y su ministro Wert. Lo titulé: «Martes 13 (homenaje a Moebius)»

#Inktober Day 13

El dibujo 14 siguió mezclando mi vida diaria como profesor con un homenaje a uno de mis dibujantes preferidos, Will Eisner. La caída de materiales y papeles a la puerta de mi aula me llevó a dibujar este «Un día cualquiera, homenaje a Will Eisner»:

#Inktober Day 14

Para el día 15 me inspiré en otro dibujante, Mattias Adolfsson, y quise reflejar distintos temas, también mi trabajo, que pasan a lo largo del día. Lo titulé: «La vida es así» (Inspirado en Mattias Adolffson)

#Inktober Day 15

El dibujo 16 quiso ser también un homenaje a uno de los grandes, Hergé, y me representé como en una de sus portadas, a su estilo y lo más realista y claro que pude, saliendo de mi instituto: «Tonton au Lycée» (Homenaje a Hergé)

#Inktober Day 16 "Tonton au Lycée" (Homenaje a Hergé)

En el día 17 volví a los retratos, este con línea fina y rotulador negro, de la cantante y escritora Amanda Palmer: «Reflexión / reflejo (Amanda Palmer)»

#Inktober Day 17 "Reflexión / reflejo" (@amandapalmer ) "Reflection"

En el 18 volví a la tinta roja, que aquí derivó hacia el rosa, y con un pincel y jugando con el deseo, la luz y a sombra dibujé «La espera»:

#Inktober Day 18  "La espera" "Waiting"

En mi dibujo 19 de nuevo mi vida de docente reapareció. quise hacer una parodia de mis alumnos más cansinos y jugar con la tinta sepia y los carteles del Oeste, y la títulé sencillamente «Wanted»:

#Inktober Day 19 "Wanted"

En el día 20 los dilemas volvieron a aparecer, y qué mejor que dibujar a Alejandro Magno deshaciendo el nudo gordiano a golpe de espada: «The Gordian Knot»

#Inktober Day 20 "El nudo gordiano" "The Gordian Knot"

El día 21 ya estaba al límite de ideas y tan sólo se me ocurrió con jugar con rotuladores de colores de sello (corazón, carita, huella, pez, manzana,…) y llenar la hoja dejando un mensaje casi oculto: «Déjà Vu»

#Inktober Day 21  "Déjà vu"

El 22 yo preparaba el día de los Finados o Halloween en el instituto y dibujé caras de monstruos y vampiros y los titulé «Terror». Creo que para esas fechas ya llevaba retraso en mis dibujos diarios y los publicaba pasada la fecha:

#Inktober Day 22 Terror

El dibujo 23 ya no lo compartí en Flickr, este y los siguientes los publiqué hoy, aunque creo que sí en Facebook e Instagram. Ya me saturaba el reto, casi tanto como las piedras que dibujé con tinta azul, aunque ahora que lo reviso, disfruto con el resultado: «Callaos»

#Inktober Day 23 "Callaos"

El dibujo 24 vino tras el 49 SketchCrawl en Las Palmas de Gran Canaria (algo que aún no he contado en este blog). Dibujamos en lo más alto de la Catedral y las vistas desde su torre me inspiraron lo que sería volar desde allí: «Volando»

#Inktober Day 24 "Volando"

En el dibujo 25 volví al agua, a la tinta azul y al pincel. En un papel tan fino la tinta se mezcló y lo arrugó para crear este «Como el agua»:

#Inktober Day 25 "como el agua"

El dibujo 26 quería jugar con el tiempo, el rotulador, las texturas, creando un «tangle» que titulé «Procraftination»:

#Inktober Day 26 "Procraftination"

el 27 fue de nuevo un juego con pincel y tinta sepia, «Cintas»:

#Inktober Day 27 "Cintas"

El 28 fue laborioso. Usé compás y rotulador negro para crear este «En el punto de mira»:

#Inktober Day 28 "En el punto de mira"

El 29 fue el último. Mi intención era completar los 31, sólo me faltaron 2, pero el tiempo fue pasando y el cuaderno quedó así. Este dibujo, casi un cartel, partió de una visita con alumnos al Festival Comic-Can 2015. La mezcla de lo que vi allí me hizo dibujar este «Manga-Comic»:

#Inktober Day 29 "Manga-comic"

Mi resumen de la experiencia es que, aunque agotadora, fue muy productiva, e incluso se transmitió al mes de noviembre, siendo este mi período más productivo del 2015, y como consecuencia varios de los dibujos de esta serie están entre los míos más vistos en Flickr.

El post ha sido largo, pero me ha ayudado a recordar el proceso. Espero que les haya gustado.

A continuación, una presentación con todas las obras:

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Dibujando del natural en la Escuela Luján Pérez (2). Coincidencia

El día que publiqué la entrada número de uno de esta serie acababa de hacer estos dibujos, pero preferir empezar a contar por el principio.

Hoy, ya ayer viernes, volví por cuarta vez a la Escuela Luján Pérez, la semana pasada no pude ir, y hoy fracasé en mis intentos, o al menos eso me pareció. Lo contaré en otro post.

Practicar el arte tiene estas cosas: nos hace ser humildes y aprender a ser constantes. Nunca se llega, pero siempre se va.

Por eso, para animarme, publico hoy mis dibujos del segundo día, que regresé a la Escuela Luján Pérez con mi libreta y papel Ingres más grande, no mucho tampoco, tamaño A3 y a tiempo de dibujar más poses.

De cada pose hice un dibujo en la libreta con una pluma cargada de tinta color lila, que le daba un aspecto especial, y posteriormente trabajé la pose al pastel en tamaño más grande. Esta fue la primera

Dibujo 1 - 15-01

Y este fue mi estudio al carboncillo y pastel:

Pastel 1 - 15-01

La segunda pose fue tumbada, y mi dibujo a pluma éste:

Dibujo 2 - 15-01

Que luego realicé al pastel:

Pastel 2 - 15-01

La tercera pose la modelo estuvo de pie, y este fue mi dibujo:

Dibujo 3 - 15-01

Y éste mi dibujo al pastel:

Pastel 3 - 15-01

Y aún me dio tiempo, antes de terminar, de hacer también un dibujo a pluma:

Dibujo 3b - 15-01

Una última pose sentada y mi dibujo:

Dibujo 4 - 15-01

Y el trabajo a pastel:

Pastel 4 - 15-01

 

Terminé la sesión razonablemente satisfecho. Había trabajado en color y en un tamaño mayor, y me llevaba a casa 4 dibujos al pastel y 5 bocetos rápidos a pluma:

5 Dibujos a Pluma

Dibujando del natural en la Escuela Luján Pérez (1)

Dibujo del Natural. Escuela Luján Pérez

Dicen que cuando ocurre algo por primera vez es una casualidad, la segunda es una coincidencia, la tercera se convierte en hábito y a la cuarta es una (buena o mala) costumbre.

Así que yo he empezado el año persiguiendo una costumbre: dibujar del natural.

Ya hace unos años, un antiguo colega de mis tiempos del cómic, y hoy pintor, Antonio Cerpa, me informó de las sesiones de Dibujo del natural los viernes por la tarde en la Escuela Luján Pérez.

La Escuela Luján Pérez ha formado parte de la cultura y la educación artística canarias desde 1918, pronto cumplirá los 100 años, y hace más de una década que yo también recibí allí cursos de grabado y de dibujo dentro de mi nada formal educación artística, de la que quizás alguna vez me atreva a escribir.

Pese a saber de ello, el cansancio de los viernes, compromisos familiares y mil excusas impidieron hasta ahora que me animase a ir. Formaba parte de mis propósitos, deseos e ilusiones para el nuevo año, así que el pasado viernes 8 me presenté allí.

Y llegué tarde. Y mal: sólo llevé una libreta algo más grande que las que uso habitualmente, unas plumas y pinceles de agua, así que, como la modelo estaba descansando, me puse a dibujar el local:

Escuela Luján Pérez. Caballetes.

Comenzada la última sesión, de apenas 20 minutos, decidí hacer diversos dibujos de la modelo desde distintos lugares, moviéndome alrededor, intentando no molestar a mis compañeros:

Desnudo 01. Escuela Luján  Pérez

Luego cambié de posición y de color a otra pluma más azul:

Desnudo 02. Escuela Luján Pérez

Como la pluma azul se me acabó (¡ah… mi poca previsión!) terminé peleándome con otra pluma negra que no me ayudó nada:

Desnudo 03. Escuela Luján Pérez

Aún así, terminé razonablemente satisfecho con la experiencia y decidí pasar de la casualidad a la coincidencia. Pero esa es otra historia…

(Continuará)

XX Concurso de Pintura

 

XX Concurso de Pintura. Acrílico.
«XX Concurso de Pintura». Cuadro terminado

Unas cuantas veces me he referido en este blog a los concursos de pintura o dibujo.

La última vez que participé en uno, en julio pasado, terminé abandonando. Fue en el XX Concurso de Pintura Rápida Mesa y López, aquel donde gané la primera vez que participaba.

Tenía una idea en la cabeza, a partir de un dibujo de dos años antes. Se trataba de pintar el concurso dentro del concurso, hablar del esfuerzo de pintar, de amistad, de espera y de desapego u olvido del público hacia los artistas, o hacia sus obras. Y de fondo, el comercio. Concurso de Pintura Rápida. Acuarela.

Empecé primero buscando un lugar, y me instalé junto a otros artistas como David Santana. Allí, escondido tras el lienzo (en realidad, una pizarra que había imprimado de blanco) comencé mi jornada: Concurso 2015 - 01

Comencé con el dibujo previo: Concurso 2015 - 02

Y además, como quería romper con mi realismo realizando algunas novedades para mí, usé la cuadrícula, intenté rascar la pintura y darle relieve… pero lo cierto es que no pude, el calor, el frío, las distracciones,… así que al mediodía decidí abandonar. Puse el cuadro en el suelo, le saqué una foto, me despedí y me fui para casa. Concurso 2015 - 03

Al llegar a casa decidí terminarlo. Lo puse bajo una ventana, añadí unas cintas para romper la cuadrícula y la propia estructura de la imagen: Concurso 2015 - 04

Y empecé a pintar: Concurso 2015 - 05

Poco a poco el cuadro fue ganando en realismo, en primer plano:Concurso 2015 - 06

Y en el fondo:Concurso 2015 - 07

Hasta llegar a los detalles:Concurso 2015 - 08

Finalmente le añadí algunos logos arriba, y el nombre del concurso en dorado hasta casi dejarle un acabado casi de cartel. Decidí dejar el rastro de las cintas para hacer más visible que se trataba de un cuadro:
Concurso 2015 - 09

Al día siguiente, casí como si lo hubiese presentado al concurso real, el cuadro estaba terminado y me saqué una foto sosteniéndolo en mis manos:
Concurso 2015 - 10

Había ganado mi propio concurso personal.

Faro abandonado en Cabo Verde

Abandoned lighthouseTras rescatar mis dibujos del faro de Arinaga, en julio decidí hacer una práctica con otro faro, con una imagen que encontré en Internet, este faro abandonado en Cabo Verde. No sabía dónde está exactamente, pero la imagen me gustó y decidí dibujarla.

Hoy, buscando, encontré en la Wikipedia que puede ser el «Farol de Fontes Pereira de Melo», en la punta nordeste de la Isla de Santo Antão, junto a la población de Janela, a cerca de 10 km al Sudeste de la Vila das Pombas, en el país africano de Cabo Verde

El caso es que me puse a dibujarlo, y comparto aquí los pasos del proceso:

1. Primero lo dibujé a lápiz ayudándome de una cuadrícula:

Pintando... un faro. Dibujo (1)

2. Luego decidí pintarlo con café. El color del faro y su aspecto abandonado me dicidieron a hacerlo, aunque sé que el café actúa como le da la gana: a veces se mezcla, otras no hay manera, en otras mancha y sólo se oscurece a base de baños sucesivos, por lo que casi acabó con mi paciencia, pero pude terminarlo.

Pintando con café... un faro. (2)

Pintando con café... un faro. (3)

3. Unas capas más de café, y pasé a borrar los trazos de lápiz:

 Pintando con café... un faro. Borrando (4)

4. Y tras añadir el cielo y perfilar algunos detalles, este es el aspecto del dibujo de mi abandonado faro de Cabo Verde terminado:

Faro de Cabo Verde.

Faros: el Faro de Arinaga.

Poco he escrito en este blog, quizás porque poco he creado este año. Y lo poco que hice lo fui publicando en mi galería de Flickr. Ahora intentaré añadir algunas entradas que se me quedaron en el camino:

Los faros tienen algo especial. Me gusta verlos y a veces me atrevo a dibujarlos. De fotografías, o del natural si es posible. El Faro de Arinaga está al sureste de Gran Canaria. Retirado, como suelen estar los faros, y sobre una loma golpeada por las olas.

En Marzo de 2014 ya lo dibujé y lo conté dentro de una entrada que llamé «Un día al sur de Gran Canaria»      

Faro de ArinagaFaro de Arinaga

Regresé en enero de este año. Había estado adaptando un pequeño trípode como caballete ligero y quería probarlo:

Caballete para acuarela. Hecho con un trípode, tablas… y tiempo.Así que me fui para allá y me coloqué frente al faro: Primero realicé un dibujo rápido a pluma en negro:
Dibujando. Faro de Arinaga. Aguada.Y luego me puse a pintar una acuarela en mi nuevo caballete.

Faro de Arinaga. PintandoEl tiempo estaba diferente a la vez anterior, frío, ventoso y hasta cayeron unas gotas de lluvia que me obligaron a terminar antes. Estos fueron mis trabajos de aquel día:

Faro de Arinaga. Acuarela
Faro de Arinaga. Acuarela

Faro de Arinaga. Aguada
Faro de Arinaga. Aguada

Aún tengo mucho que aprender. Incluso me sigue gustando más mi pequeño dibujo de 2014. El día era más luminoso y yo estaba menos preocupado por hacer una «buena» pintura. Pero esto es lo que tiene el Arte. Nunca se repite. A veces tocas el cielo y otras el cielo cae sobre tí.

Faro de Arinaga
Faro de Arinaga. Apunte en acuarela.

Concurso de Pintura…

Sin título

Posiblemente no estaría yo pintando si no fuese porque en 2009 gané un premio en el Concurso de Pintura Mesa y López (yo le llamo así, aunque su nombre completo es el larguísimo «Concurso de Pintura Rápida al Aire Libre Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria»).

Aquella primera vez me lo planteé como un reto. Soy un pintor lento e intentar acabar un cuadro en 5 horas me parecía estimulante. Y luego tuve suerte y gané un premio. Pero no sólo eso, lo recuerdo bien porque aquello se me quedó grabado en mis emociones: mi mujer y mis hijos saltando de alegría al oír mi nombre, mi cara de sorpresa primero y de alegría después, la sesión de fotos, la exposición de aquella obra el mismo día que cumplía 50 años…

Eso ya lo conté por aquí en un post, «Concurso de Pintura Mesa y López 2009» que publiqué dos años después, quizás por toda aquella emoción, pero que ayer volví a recordar mientras pintaba, mientras esperaba la exposición y la siempre larga deliberación, y mientras, ya en casa, con mi cuadro no premiado, analizaba por qué este año me volví a presentar, tras dos años sin participar.

Y es que me resulta lícito admitir que, con los tiempos que corren para el Arte, haya artistas que recorren el país con su maleta y caballete, presentándose a todo concurso que se preste, ajustando sus obras a este o aquel tema, a esta o aquella ciudad, actuando con excepcional pericia y rapidez, y llevándose algún premio con el que posiblemente apenas cubrirán mínimamente sus gastos de ese y otros concursos. Son artistas que suelo ver cada año, sus caras y estilos empezan ya a serme conocidos.

También me resulta lícito admitir, aunque me cueste, que las empresas o jurados seleccionen aquellas obras que se ajusten a ciertos criterios, tamaño… colores grises o apagados… temas locales… algo que al menos yo, también observo año tras año.

concurso-pintura00

Y admito también que este Concurso, que lleva 19 años organizándose y concediéndose, es todo un mérito para su organización, porque aun cuando la cuantía de los premios sea similar a la de hace 5 años, también admito que en estos tiempos de precariedad debe ser un gran esfuerzo mantener este concurso y conseguir patrocinios.

Lo que ya me cuesta admitir más es que, siendo este el concurso «de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria» se centre en una única calle, y nni siquiera en toda, sólo en la ruidosa y agobiante Rambla de Mesa y López. Me gustaría haber pintado mi «Palmera» viéndola mientras lo hacía, apreciando detalles que en una foto no se aprecian, pero no pude, no me dejaron, estaba fuera de ese espacio.

Reconozco que me cuesta admitir también el tema libre en estos concursos «al aire libre», donde cada cual se lleva su estudio a la calle y pinta lo que sea y como sea, y aquello se convierte en un revuelo de fotocopias, o de técnica mixta o de pericia y rapidez. Quizás sea que para mí que estoy acostumbrado a dibujar lo que veo, a que para mí la magia del «Aire libre» sea ese pintar el aire que tenemos delante. Así lo hice la primera vez, y así gané:

Me cuesta admitir también ese cierto desapego de la organización hacia quienes allí pintamos ayer, unas 150 personas luchando contra sí mismas durante 5 horas pintando y otras casi 4 esperando, con hambre, con sed, a veces solas, a veces angustiadas, de las cuales unas 140 quedarán decepcionadas con el resultado, y a quienes bien se nos podía haber «premiado» con algo más que una pegatina diminuta, y quizás se nos podría haber animado y reunido mejor.

Y finalmente, me cuesta admitir el lugar y el modo de entregar los premios, en aquella estrecha rambla donde, casi sin espacio, pegados unos a otros, estirando nuestros cuellos, apenas pudimos alcanzar a ver las obras premiadas y menos aún a escuchar con claridad la voz del jurado leyendo los premios, los números de obras y los nombres de los artistas, susurrando entre nosotros lo que creíamos haber oído. Casi me pareció aquello, con todos los respetos, un sorteo donde se canta los números premiados a viva voz, y no muy fuerte.

Y entonces, escrito todo esto, reflexiono: ¿por qué participar en este concurso?

Quizás porque es el único y el último concurso de pintura al aire libre en mi ciudad.
Quizás porque, como la primera vez, me sigue gustando aprender, retarme a intentar pintar en pocas horas.
Pero, sobre todo, porque aquella primera vez quedó grabada para mí en lo emocional, y por eso, el mejor premio que recibí ayer, fue tener al lado a mi mujer cuando, tras casi 4 horas de espera, conseguimos alcanzar a oír, casi en susurros, que esta vez no había premio para mí.

Les dejo una foto mía con la obra final, «Palmera», tal y como quedó (aunque posiblemente cambiará), y debajo las fotos de mi proceso de trabajo:

Sin título

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Concurso de Pintura 2014  las fotos en mi página en Facebook de Pedro Villarrubia.