El retrato es una de mis… habilidades… o debilidades.
Me gusta ver aparecer un rostro en un papel y verle coger vida en mirada, piel y pelo.
Tuve un momento difícil con el retrato, cuando hace ya 24 años, cuando dibujé el retrato de mi padre:
Cuando fui a enseñárselo, mi padre estaba indispuesto, así que sólo pudo verlo con una amarga sonrisa. Pensó, pensamos, que era una indigestión. Al día siguiente, cuando regresé de trabajar, supe que había sufrido un infarto. Estuvo dos meses en el hospital y finalmente falleció. Ese retrato en modesto pastel preside hoy el salón de la casa de mi madre.
Durante mucho tiempo me negué a retratar a personas que conocía personalmente, especialmente a mi familia. Poco a poco lo fui superando, retratando a actrices, fotos de revistas, desconocidos, iba superando el reparo a hacerlo. Me gusta probar con diversas técnicas, lápiz, pasteles, acuarela, o combinarlas a veces. Me gusta aprender de otros artistas y admirar cómo lo hacen. Alguna vez, en parte pensando en mis antiguos alumnos, he puesto en mi Youtube, PVillarrubia, vídeos dibujando un retrato:
Hace ya tiempo, en Flickr, entré en un grupo, Julia Kay Portrait Party, ya conocido como «JKPP», donde aportábamos nuestras fotos y nos dibujábamos unos a otros. Incluso de ese grupo nació un libro, «Portrait Revolution», para el que me pidieron varios dibujos, de lo que no obtuve ni ganancia ni copia, pero me gustó ver mis dibujos publicados y hasta me compré una copia para fortalecer mi ego y filmé un vídeo con ella. Entonces firmaba «PVillarrubia».

Los cambios en Flickr, donde sigo siendo PVillarrubia, con la pérdida de muchas imágenes que tenía publicadas allí, hicieron que poco a poco me alejase del grupo, lo que no significa que haya dejado de dibujar retratos.
A veces simplemente tomo una foto de alguien en Instagram y la transformo en su retrato, con técnicas variadas, a veces tradicionales, a veces digitales:

A veces el mejor, y único, premio es recibir el agradecimiento de los retratados, ya que suelo mencionarlos, o los corazoncitos de «me gusta» de quienes me siguen en Instagram.
Otra opción de satisfacer mis deseos de retratar es la red Sktchy, con un funcionamiento similar al grupo de Julia Kay, pero planteada como una aplicación para móvil. Compartimos allí nuestros retratos y nos retratamos unos a otros, recibiendo por ello… corazones y comentarios.

Sktchy ha incluido además una Sktchy School, donde artistas ofrecen cursos en los que muestran en vídeo cómo trabajan y proponen ejercicios. Los que más me gustan son los que plantean como reto, como #3oFaces30Days, que plantean eso, dibujar 30 retratos en 30 días. Comprobar cómo dibujan la misma persona, no sólo el artista sino los alumnos, que a su vez pueden ser artistas o profesores de otros cursos, resulta muy interesante. Yo ya he participado en dos, el año pasado y éste.
Pero lo contaré, espero, en un próximo artículo.