London es London, y me costará bastante volverla a llamar «Londres», tras visitarla este verano. Y London, lo que pude ver, necesitaría algo más que un post para contarla.
London son sus calles y su circulación al revés, sus gentes y sus tradiciones e historias, muchas veces inventadas o engrandecidas. London son sus museos infinitos, y Turner, y sus escaparates excesivos, y su tiendas, y sus parques y sus mercadillos, y sus comidas. London son sus lenguas y sus mil y un disfraces, y sus palabras, y su moneda, mi extrañeza y mi asombro, sus cielos, su río.
London intento ordenarla con mis dibujos, a veces ampliados, que son los que componen este post. Dibujos rápidos, de inquietud, de espera, de cielos, de piedras y de gente:

Tras este dibujo, decidí pasarme a otra libreta que me permitiera pintar mejor con acuarelas. Curiosamente, mi primer dibujo, tras horas de espera en la valla de Buckingham, y por motivos obvios, no pude pintarlo, y bastante que pude dibujarlo, entre el asombro de turistas y curiosos:


Este es mi post número 100 en Acuarelas y Apuntes. Habrá más.