Callejón de la Sangre. Teguise. Lanzarote.Letrero en el Callejón de la Sangre, Teguise.
De las calles antiguas se cuentan historias. Esta calle de Teguise, tras la Iglesia de Guadalupe, llamada «el callejón de la Sangre» ya nos lo indica con su nombre. Pensar que en el año 1571 pudieron morir 170 piratas en aquel rincón, y que 15 años más tarde fueron los piratas los que hicieron allí una matanza similar, resulta hoy inimaginable.
Así he titulado mi última obra, una acuarela, basada en una foto y un dibujo que hice el pasado sábado:
Me gusta dibujar y pintar historias. Es cierto que no siempre lo consigo.
Quizás algunas no estén claras y parezcan un simple paisaje, un estricto retrato, un mero detalle.
En este caso la historia la podemos inventar cada uno: una chica extranjera lee al sol en un café.
¿Qué está leyendo? ¿espera a alguien? ¿quien será ella? ¿y de dónde vendrá? ¿qué hará aquí?
Algo así pensaba yo cuando, intentando no molestarla, dibujaba, con torpe disimulo, su perfil al sol del parque.
Así que, mientras lo hacía me inventé una historia: una lectora, pero no una turista. Las turistas suelen ir con prisa, intentan verlo todo, apenas tienen tiempo para pararse a leer, así que no, debía ser una estudiante universitaria de intercambio, o una lectora o profesora nativa en algún instituto o centro de estudios de la ciudad, viviendo aquí unos meses, quizás esperase esa mañana a alguna amiga o amigo para acercarse a la playa cercana o pasear, o quizás sólo disfrutaba en soledad de una soleada mañana de sábado…
No pude saberlo. De aquel momento quedará mi dibujo, un par de fotos robadas, una historia inventada… y esta acuarela:
Al cómic o historieta se le ha llamado «noveno arte», aunque posiblemente es más antiguo de lo que pensamos y es una de las aplicaciones más directas del dibujo.
Desde que alguien necesitó contar una historia con dibujos, y eso es decir casi desde la Prehistoria, podríamos decir que inventó el cómic o historieta. Así, los dibujos en las cuevas, y más tarde en los relieves griegos y mosaicos romanos, en las iglesias de la Edad Media ya contaban historias con dibujos.
Más adelante se le añadieron las palabras, y así en la Edad Media los juglares iban contando historias ayudándose de paneles o tapices con viñetas dibujadas y en cada una contaban un verso o canción hasta completar una historia.
No fue hasta el siglo XIX cuando se publicaron historias dibujadas en periódicos, de un formato más parecido al actual. Los periódicos americanos a final de siglo le dieron color y lo usaron como medio de captación del público con historias sencillas, humorísticas o de fantasía.
Existe el concepto erróneo de que el cómic es un arte infantil. No es así. Más de 100 años de publicaciones dan para todo tipo de historias. Además, el cómic se ha constituido en un semillero de ideas y de directores de cine: Tim Burton, Guillermo del Toro, Álex de la Iglesia, y otros muchos dibujan o han dibujado cómic, el esquema de una película o «storyboard» es de hecho una historia dibujada, y de muchos cómic se han hecho películas y series de televisión.
Además, el cómic tiene distintos nombres según los países: historieta, cómic, bande dessinée, fumetti, manga… en este blog lo explican un poco: RedCultura.
Una historia más extensa sobre los cómics la tenéis: