El arte «manual» y el arte digital han ido siempre unidos en mi trabajo desde que compré mi primer ordenador allá por los 90. Ya entonces dibujar con el ratón o con las primitivas tabletas, aplicar efectos o retocar fotografías me atraía y pasaba muchas horas intentando sacar partido a aquellos photoshop o freehand prehistóricos.
Y en este blog desde 2012 ya publiqué algunos post con lo que yo llamaba entonces «acuarelas digitales», de Asturias y de Gran Canaria, que ya no se pueden ver porque las imágenes estaban enlazadas a Flickr y tuve que borrarlas.
Estos días, tras el sabor amargo que me dejó el post anterior, retomé mis fotografías, en este caso de los barrios de Vegueta y Triana de mi ciudad, Las Palmas de Gran Canaria, y procesándolas, volví a crear arte digital con ellas, a veces forzando el color, la luz, imitando el efecto de una pintura y las reduje de tamaño, firmé y puse en mi cuenta de Instagram, @pvil, que es mi escaparate actual.
Lamento la pérdida de calidad. Confío en algún día poder exponer o publicar mis trabajos digitales en una calidad, formato y precio dignos. Y aunque no confío en que esto impida el pirateo, al menos lo hará menos fácil y a mí me permite seguir creando y compartiendo lo que creo.
