
«Sketchcrawl», para quien no lo sepa, es una maratón de dibujo urbano o «urban sketch» que se realiza en un día señalado, generalmente dibujando un lugar o siguiendo una ruta.
Hay sketchcrawl a nivel mundial que se convocan cada cuatro meses a la vez en distintos lugares del mundo en el foro de la web Sketchcrawl.com. Cada lugar convoca su encuentro y luego publican fotografías de sus dibujos y comentarios en el foro. El pasado 16 de enero se celebró el 70º Sketchecrawl.
Hace 9 años, el 21 de enero de 2012, se convocaba el 34 Sketchcrawl mundial y me pareció entonces buena idea convocar nuestro primer encuentro de urban sketchers en Las Palmas de Gran Canaria con ese motivo. No conocía a nadie personalmente entonces, así que convoqué por Facebook Twitter y en mi blog a quien pudiera estar interesado, convencí a mi hija Irene, 10 añitos entonces, para que me acompañara y hasta elaboré un itinerario por la ciudad con 6 puntos de encuentro y dibujo.

El relato de aquella jornada aún se puede leer en este blog, y al haber subido cada foto al blog , las imágenes aún se conservan:
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA – 34 SKETCHCRAWL MUNDIAL – 21 DE ENERO DE 2012
Lo recordé a finales de enero. cuando tuvimos que cancelar el encuentro previsto de Urban Sketchers Gran Canaria, y decidí que si no podíamos dibujar en grupo, podría yo salir y repetir aquella larga jornada de 2012.
Mi interés en comparar el paso de tiempo en la ciudad, las circunstancias de cada momento y el cambio posible en mi manera de ver y representar lo que veo fue otro acicate para hacerlo.
Así que el pasado 24 de enero me fui a la plaza de Santa Ana, y desde el mismo punto en que dibujé en 2012 me puse a dibujar. El día estaba claro y soleado, lo que no recordaba de entonces, el sol me daba en plena cara y puedo decir que pasé bastante calor. Esa no era la única diferencia, también lo era la mascarilla y la soledad:
01. Plaza Santa Ana – Ale y PVillarrubia dibujand
Quizás por todo ello mi dibujo no pudo ser tan panorámico como el de 2012:


El siguiente punto era la Plaza de Cairasco, y esta vez escogí el punto opuesto a 2012, convenientemente a la sombra la dibujé desde la Alameda de Colón:


Antes de ir al tercer lugar, el Parque San Telmo decídí pasar por un lugar donde pasé muchas horas en los años 80 y 90, el pub Cuasquías, ahora cerrado y en venta, signo de cómo cambian los tiempos. Su letrero, con la A y la S a medio caer, su cierre con el número 83, su fachada antigua y colorista y el letrero de «se vende» daban para mucho pensar… y dibujar:

Caminando por la calle Triana me detuve en otro lugar que tenía muchos recuerdos para mí. Ahora se llama Café Regina, pero en los 80 estaba por allí la Cafetería Triana, donde nos reuníamos algunos fan del cómic y compartíamos ideas, dibujos y proyectos de los que salió aquel fanzine llamado «El Camello». Me senté y dibujé mientras reponía mis fuerzas con una cerveza y un sándwich:

Ya llevaba 4 dibujos y me dirigí al parque San Telmo. En 2012 dibujé a la gente que tomaba el aperitivo en el Quiosco Modernista. Ese día estaba cerrado y sólo estaban allí sus sombrillas cerradas, como extraños monjes blancos:


Para el siguiente punto, el Parque Santa Catalina, necesitaba coger la guagua, el bus si no viven aquí, para dibujar la estatua de Lolita Pluma, aquel rincón del parque, y asomando la torre del «hotel AC», que antes tuvo más nombres, «Don Juan», «Los Bardinos»…
No pude estar mucho, el dibujo era complicado, y la zona, dibujando en solitario, no es excesivamente tranquila, así que lo dejé en dibujo solamente.


En casa, al regreso decidí darle color:

Pero antes, para finalizar el encuentro, debía dirigirme a las Canteras, pero no a la zona más cercana, sino a la Plaza de Saulo Torón, casi al final de la playa, cerca de la Puntilla. Allí, casi al atardecer, hice mi séptimo y último dibujo del día, la playa de las Canteras:


Allí terminó mi larga jornada, y mi foto final con mi dibujo fue muy distinta y más solitaria que la de aquel grupo en 2012. También comprendí lo agotadora que fue y por qué, quizás, en adelante no volvimos a repetir una ruta tan larga y nos conformamos con encuentros de media jornada.


A mí me sirvió para apreciar las diferencias que marcan esta época, los cambios en mi dibujo para los mismos temas y quizás que me sienta más a gusto dibujando temas distintos, mis dibujos de Cuasquías y del Café Regina estaban más sueltos libres y coloristas. Quizás el recuerdo de lo dibujado entonces me impidió verlos como temas nuevos.
Fue interesante. La ciudad cambia y nosotros con ella. Quizás repita esta experiencia con otros lugares ya dibujados, en grupo o en solitario. Entretanto les dejo con un collage de mis dibujos y un vídeo que resume aquella jornada:
