Gran Canaria ha ardido estas últimas semanas de agosto. Tres incendios, el último el más voraz, han acabado con la vegetación y fauna de gran parte de la isla.
A comienzos de mes compartí un artículo en el que decía que la provincia de Las Palmas (que comprende las islas de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote ) es la que menos árboles tiene por habitante. Apenas tocamos a 4 por habitante. No cabe duda de que ahora serán aún menos.
Aquí se dice que Gran Canaria es «un continente en miniatura», por la variedad de sus paisajes, microclimas, vegetación y fauna. Ahora que veo arder también la Amazonia, de las dimensiones de un continente y pulmón de nuestro planeta, en condiciones y dimensiones que multiplican las de esta isla, pienso si lo ocurrido aquí no es más que un reflejo del mundo y de la época en que vivimos, y que su solución es cosa de todos.
Tras el incendio pensé: no tengo demasiados dibujos de las cumbres de Gran Canaria.
Aún así, algunos muestran cómo algunos rincones que hoy arden y que costará ver igual. Confiando que sea posible recuperar lo quemado, comparto una selección de mis dibujos en el vídeo que encabeza este post y en esta galería: