Artenara es un pueblo de la isla de Gran Canaria, el más pequeño y el de más altitud (1.270 m.) de la isla. Quizás por ello las vistas desde allí son su mayor atractivo, tanto a la Caldera de Tejeda, como a Tenerife, La Aldea o Tamadaba.
Otro de los atractivos de Artenara son sus casas cueva. Edificado en una ladera, ya desde tiempos aborígenes la gente aprovechaba cuevas naturales y las acondicionaba como vivienda. Posteriormente les añadía más habitaciones excavando o o edificando fuera. Hay así en Gran Canaria muchos pueblos que han heredado esta forma abrigada y natural de construir.
Pero en 30 años viviendo aquí para mí Artenara ha sido siempre un sitio de paso, donde hacíamos una breve parada, tomábamos unas fotos, un café y seguíamos camino hacia otro punto de la isla.
Esta navidad, la crisis nos ha «dejado» en Gran Canaria, pero hemos aprovechado para pasar unos días en una casa cueva, «El Caidero», acondicionada como casa rural. Desde allí hemos hecho excursiones, hemos visitado sitios que habíamos visto de lejos pero a los que nunca habíamos llegado, como Acusa Seca, el Roque Bentayga o El Espinillo.
Allí hemos refrescado nuestra temperatura y renovado nuestros aires, hemos descansado y he dibujado. Además, para mí acabar un año en un lugar que empieza con «Arte» es una buena forma de empezar el próximo.
Estos que ven son los dibujos de mi cuaderno de notas, dibujado entre Artenara y Tejeda, en el orden en que los dibujé:












